El Gobierno utilizó ayer a 160 soldados españoles como moneda de cambio en su pulso político con el PSOE. Por decisión del presidente en funciones, José María Aznar, el relevo de una parte de las tropas destacadas en Irak se retrasó ayer ocho horas con un único objetivo: torcer la voluntad de José Luis Rodríguez Zapatero y forzarle a respaldar por escrito la operación militar. Algo que consiguió solamente a medias.

CASI 400 AFECTADOS Cerca de 400 militares, entre los 160 que de noche partieron hacia Irak y los dos centenares que hubieron de posponer su regreso a España, fueron víctimas inocentes de una rocambolesca artimaña del Ejecutivo. Desde el miércoles, el Gobierno en funciones tiene un fax en el que el PSOE anuncia que no se opondrá a la sustitución de los 1.300 soldados que llegaron a Diwaniya hace cuatro meses, y que por razones de salud deben ser relevados antes de que Zapatero llegue a la Moncloa.

Pese a ello, el jueves Aznar exigió a Zapatero que expresara su conformidad personal, con el fin de hacerle responsable de lo que pueda suceder a las tropas en Irak. El líder del PSOE rechazó la demanda, pero 24 horas después su partido ratificaba en una nota que no se oponía al relevo en Irak. Aun así, el Gobierno no se dio por satisfecho.

MATERIAL FACTURADO Antes de las 14 horas --el avión iba a despegar a las 15.20--, 160 militares del Elemento de Apoyo Logístico llegaban al aeropuerto de Zaragoza para embarcar en el vuelo que debía llevarles a Kuwait, escala previa en su viaje a Irak. Ya habían facturado los equipajes y el material en el avión comercial, de la compañía Air Europa, cuando el teniente coronel al mando, Pedro Vallejo, fue informado de que Defensa había decidido suspender el vuelo. Los soldados recogieron sus petates y esperaron nuevas órdenes.

A las 16.00 horas, un portavoz del ministro de Defensa, Federico Trillo, aseguró a este diario que la cancelación del viaje respondía sólo a "motivos técnicos" sin especificar. El subdirector general de Air Europa, Gerardo Ariño, aclaró que la compañía no era responsable del retraso.

Dos horas y media después, Defensa anunciaba que Trillo había autorizado al fin la salida del vuelo después de que Zapatero, a las 17.20, enviara a Aznar el escrito que le exigió el jueves. Desmentidos los problemas "técnicos", el avión despegaba anoche pasadas las 23.30 horas, con ocho de retraso.

En su misiva, Zapatero recordó a Aznar que el envío de tropas es fruto de su "estrategia en política de defensa y seguridad" y que los soldados tienen "derecho" a ser relevados. El líder socialista emplazó al presidente en funciones a retirar las tropas si no estaba "en condiciones de cumplir su obligación" de relevarlas.

En su respuesta por escrito, Aznar afeó anoche al líder socialista sus expresiones "descorteses", pero celebró que al fin se mostrase "partidario de proceder al relevo de las tropas".