José María Aznar anunció ayer la sustitución de Jaume Matas como ministro de Medio Ambiente por Elvira Rodríguez, una economista que llegó a la política de la mano del vicepresidente Rodrigo Rato. El anunciado relevo de Matas, que deja el cargo para optar a la presidencia balear en las elecciones de mayo, refuerza así el protagonismo del círculo político de Rato, para muchos el candidato mejor situado para reemplazar a Aznar como presidenciable del PP.

La escogida para cubrir la vacante de Medio Ambiente conoció la noticia el viernes por boca del propio Aznar. Supo guardar el secreto. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará hoy el cese de Matas y el nombramiento de Rodríguez, que hasta ayer ocupaba la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos, inscrita en el organigrama del Ministerio de Hacienda. Hoy jurará su cargo ante el Rey y tomará posesión del despacho que deja Matas.

AJENA A LO MEDIOAMBIENTAL

Sin experiencia alguna en el terreno medioambiental, Rodríguez, madrileña de 53 años, es licenciada en Ciencias Económicas y Comerciales y funcionaria de la Intervención del Estado desde 1972. En 1984 fue nombrada subdirectora general del Tribunal de Cuentas, organismo en el que permaneció hasta la primera victoria del PP, en 1996. Fue Rato, entonces titular de Economía y Hacienda, quien la fichó como directora general de Presupuestos.

Por entonces no militaba en el PP, y continuó como independiente hasta el 2001, justo cuando su carrera política empezaba a tomar impulso. Un año antes, asesorado por Rato, Aznar había desgajado las carteras de Economía y Hacienda, confiando ésta última a Cristobal Montoro y nombrando a Rodríguez secretaria de Estado de Presupuestos.

La restricción del gasto --que permitió el acceso a la zona euro desde el primer momento--, la batalla del déficit cero --ganada sólo a medias-- y la ley de estabilidad presupuestaria hicieron que Rodríguez se ganara la confianza de Aznar, que le encargó la ponencia económica del 14º congreso del PP, celebrado en el 2002.

Ayer, tras comunicar su propuesta al rey Juan Carlos, el presidente resolvió de este modo quirúrgico, con un solo cambio, el tercer ajuste ministerial de esta legislatura, demorado por los intereses electorales de Matas, quien pidió a Aznar retrasar su marcha para rentabilizar su cargo cara a las autonómicas de mayo. Desde noviembre pasado, el desastre ecológico del Prestige --en el que se mantuvo en segundo plano-- aconsejó retrasar su relevo para no convertirlo ante la opinión pública en cabeza de turco de la crisis.

La socialista Cristina Narbona denunció ayer que la elección como titular de Medio Ambiente de una profana en la materia demuestra que éste es para Aznar un ministerio "de segunda". Greenpeace reseñó, por su parte, que "en el campo medioambiental no existe ninguna referencia" sobre Rodríguez.