A José María Aznar ya no le basta con atacar al Partido Socialista por el encuentro entre Josep Lluís Carod-Rovira y ETA. En un nuevo giro de tuerca, el presidente arremetió desde Colombia contra sus opositores y utilizó la tregua etarra en Cataluña para fomentar las divisiones internas de los socialistas.

Destacó que la tregua incluye a los socialistas catalanes, pero no a los de Castilla-La Mancha y Extremadura, citando con evidente intencionalidad las dos comunidades gobernadas por los barones del PSOE más críticos. "La oferta de ETA incluye también a los socialistas", dijo. "Eso supone que los socialistas de Castilla-La Mancha o Extremadura pueden ser asesinados, pero no los catalanes, excepto en el caso de que algún socialista de Extremadura o Castilla-La Mancha esté de paso en Cataluña".

PACTO ANTITERRORISTA El jefe del Ejecutivo dio por sentado que el exconseller en cap acordó con ETA la tregua y, desde esa premisa, reiteró el no rotundo del Gobierno a la petición del PSOE de convocar el pacto antiterrorista. Argumentó Aznar que el pacto es para él "tan importante" que no ve "pertinente" convocarlo mientras los socialistas mantengan acuerdos con ERC. A su juicio, una reunión de los firmantes del pacto justificaría la "torpeza e irresponsabilidad de algunos", en alusión al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

Aznar sostuvo que él va a "seguir aplicando" el pacto anti-ETA y acusó a Zapatero de preservar los acuerdos con ERC por "ambición de poder".

Aznar hizo estas consideraciones junto al presidente colombiano, Alvaro Uribe, en Cartagena de Indias. Uribe anunció que España ha donado a Colombia dos aviones CASA y le ha vendido "en condiciones bastante equitativas" carros blindados para luchar contra los rebeldes.