ETA planificó a finales del año pasado una estrategia para aprovechar los intereses electorales del Gobierno para presionarle y para hacer aparecer al Ejecutivo como el responsable de una ruptura del proceso de paz.

La banda planeó poner fin a la tregua si no se creaba una mesa de partidos para lograr las demandas de Batasuna. Y, para cargar las culpas de esa ruptura al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, decidió llevar "al límite" las conversaciones y presentarse en todo momento como abanderada del proceso de paz.

Varios documentos internos de ETA, a los que ha tenido acceso la agencia Vasco Press, confirman que pretendía apropiarse de "la bandera del proceso".

BOLETIN INTERNO Los textos datan de las mismas fechas en que se conoció un zutabe (boletín interno de la banda) en el que ETA daba un ultimátum al Gobierno socialista si no había un acuerdo político entre todas las partes antes de que concluyera el otoño. La banda difundió esos documentos entre algunos de sus militantes en noviembre, casi dos meses antes de que los terroristas rompieran la tregua atentando en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas.

Al mismo tiempo, las conversaciones secretas que mantenían el PSE, PNV y Batasuna se rompieron tras la reunión del 15 de noviembre, cuando la izquierda aberzale acudió con nuevas exigencias que hicieron saltar el preacuerdo alcanzado.

El PNV sostiene que fue la propia banda la que obligó a Batasuna a modificar sus posiciones hasta hacer imposible el entendimiento entre las diferentes agrupaciones políticas.