Los etarras robaron la furgoneta bomba el 27 de diciembre en Francia y tuvieron cautivo al dueño tres días en la montaña. Este, un vecino de Oñate (Guipúzcoa), declaró a la Guardia Civil que había sido secuestrado en Luz Ardiden (Pirineo francés) por tres encapuchados que se identificaron como miembros de ETA y que lo liberaron el día 30, una o dos horas después del atentado. El joven ampliará hoy su declaración.

La primera noche la pasó en la furgoneta junto a sus secuestradores. A la mañana siguiente, día 29, los etarras metieron al joven en el maletero de un segundo vehículo. Los que habían llegado en el coche se llevaron la furgoneta. El día 30, una o dos horas después del atentado, los etarras dejaron al joven en un camino. Los investigadores destacaron que no es habitual que los etarras retengan al dueño de un vehículo.con tanta antelación al atentado.

Por otra parte, los equipos de trabajo que buscan a los dos ecuatorianos desaparecidos y los restos de explosivos usados por ETA llegaron ayer a la zona donde se cree que la banda colocó la furgoneta bomba, aunque al cierre de esta edición no se habían hallado los vehículos de los dos desaparecidos. La policía investiga si ETA usó un agente multiplicador del explosivo.