Las enseñas institucionales estaban debidamente preparadas en el Senado para acoger la conferencia de presidentes. El séquito de banderas autonómicas, alineadas a modo de 'photo call', ondeaban al unísono minutos antes de la entrada de los mandatarios. Pero el fuerte viento que hoy soplan en gran parte de la península ha derribado casi todas las enseñas: solo han quedado en pie las de Melilla y Castilla y León.

Las banderas han sido repuestas rápidamente en su sitio y la foto de familia ha sido capturada con éxito. Aunque ni el 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, ni el lendakari, Íñigo Urkullu, han posado para la foto, debido a su ausencia en el cónclave, la 'senyera' y la 'ikurriña' presidían el centro de la imagen, separadas por la bandera española.

Lo sucedido ha dado rienda suelta a las interpretaciones de los internautas en las redes sociales, muchos de los cuales han visto en la anécdota toda una metáfora, e incluso un presagio, de la situación política en España: con propuestas de reforma constitucional, demandas de más autogobierno en Euskadi y el proceso independentista de Cataluña: