Los populares parecen tener prisa por pasar cuanto antes el calvario del caso Gürtel , vinculado a la corrupción. Tanta, que el tesorero del partido, Luis Bárcenas, está dispuesto a declarar voluntariamente en el Supremo para "poder defenderse", pese a que dicho tribunal aún no ha aceptado formalmente hacerse cargo de la causa. No obstante, se da por sentado que lo hará la próxima semana, al haberse encontrado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid indicios de delito contra tres aforados: el propio Bárcenas --que es senador--, el eurodiputado en funciones Gerardo Galeote y el parlamentario Jesús Merino. El PP remitió ayer a los medios de comunicación el escrito que los representantes legales del tesorero registraron en el alto tribunal.

Literalmente, son sus abogados los que reclaman que se les tenga por "personados" en la causa en nombre de su defendido, y que se les conceda audiencia para poder efectuar las alegaciones que crean necesarias en pro de los intereses de su cliente. Pero el partido se encargó de interpretar que lo que "realmente" busca Bárcenas es poder dar explicaciones y "defenderse" personalmente de los delitos que supuestamente se le imputan.

Más allá de las lecturas que intenta difundir el PP, lo que subyace en el escrito es que Bárcenas quiere hacerse con toda la documentación que aún está en manos de la justicia y en la que se detallan las actividades delictivas que se le achacan.

De hecho, sus representantes demandan copia de los informes elaborados en el seno del Supremo sobre la posible asunción del procedimiento, así como del informe de la fiscalía que señala a Bárcenas como posible autor de delitos contra la hacienda pública y otro de cohecho, además de los documentos de la Agencia Tributaria en los que se basan las acusaciones.