La conferencia autonómica socialista zanjó las acusaciones del PP de que en el PSOE cohabitan diferentes discursos territoriales, ya sea éste en Cataluña o en Extremadura. Todos los presidentes autonómicos socialistas, desde el de Aragón, Marcelino Iglesias, hasta el de Castilla-La Mancha, José Bono, se esmeraron en proclamar una idea de España "plural e integradora, no separadora". Tesis a la que se sumó el catalán Pasqual Maragall. El PSOE propondrá en su programa marco una reforma del Senado para convertirlo en una auténtica Cámara de representación territorial.