Hace apenas unas semanas, Mariano Rajoy daba instrucciones a sus barones regionales para que agitaran ante la opinión pública el fantasma de otro tijeretazo por parte del Gobierno. La idea era convencer a los ciudadanos de que José Luis Rodríguez Zapatero pretende colar otro ajuste, esta vez recortando los recursos de las autonomías por distintas vías.

Y tanto se han metido los líderes territoriales del PP en su papel que, además de denunciar esa supuesta asfixia económica, se han puesto a echar cuentas y se han percatado de que a ellos también les conviene reclamar a Zapatero las bonificaciones a la contratación ligadas a las políticas activas de empleo, imitando lo hecho por el PNV como parte de su acuerdo con el PSOE (aún por rematar) para aprobar los presupuestos. La respuesta inmediata de la dirección popular ha sido exigir prudencia a sus dirigentes autonómicos. Pero lo llamativo es que el PP ha clamado contra el citado punto del pacto firmado entre socialistas y nacionalistas vascos alegando que puede "romper la caja única" de la Seguridad Social.

SUJETAR A MONTORO ¿Entonces? Pues, según fuentes del partido, los conservadores han quedado en que los presidentes regionales callarán su objetivo (de momento) a fin de no enturbiar la intervención de Rajoy en el debate sobre los presupuestos. A cambio, su jefe se compromete a suavizar el mensaje oficial en torno a la caja única y a mantener atado en corto a Cristóbal Montoro, responsable de economía y principal impulsor del discurso de la ruptura.

La realidad es que todas las comunidades, salvo Euskadi, tienen ya la competencia en políticas activas de empleo (gestión de la formación a parados y mediación). Hace años que los vascos reclaman esta transferencia. El actual lendakari, Patxi López, ya había entablado negociaciones con el Gobierno con este objetivo, pero finalmente ha sido el PNV el que se ha llevado el gato al agua, dado que Zapatero necesita a sus diputados en las Cortes para sacar adelante las cuentas para el 2011. Eso sí, si no hay sorpresas de última hora, cuando se conozca al detalle el pacto entre socialistas y peneuvistas se verá que los nacionalistas han logrado un extra respecto al resto de las comunidades: las bonificaciones de los empresarios al contratar. Ahora, políticos de otras autonomías ansían ese premio alcanzado por el PNV. Y, aquí viene la sorpresa, algunos militan en el PP.

Recientemente, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, advirtió a sus jefes de que, pese a sus reticencias iniciales, apoyará la nueva competencia sobre empleo si no afecta a la caja única y beneficia a Euskadi. También el presidente valenciano, Francisco Camps, quiere la transferencia de las bonificaciones.

DEMANDA DE COMPETENCIA El Ejecutivo de Castilla y León ha alertado a Madrid de que piensa demandar esta competencia para su comunidad, siempre y cuando se demuestre que no infringe el principio de caja única. "En ese caso recurriríamos ante el Tribunal Constitucional (TC)", añaden. El Gobierno riojano, también del PP, dice que no permitirá más "desigualdades" respecto a Euskadi (ya recurrió ante el TC el blindaje del concierto), aunque por el momento no aclara si lo hará pidiendo lo mismo que sus vecinos o volviendo a los tribunales. Otros barones populares aún están perfilando su estrategia sin descartar "nada".