El PP vasco, pero especialmente el alavés, está muy enfadado con sus aliados socialistas por las seguras calabazas a su insistente requerimiento para que, al igual que sumaron fuerzas para que Juan José Ibarretxe abandonara Ajuria Enea, se haga otro tanto en Alava. Tanto es así que ahora barajan la posibilidad de presentar en solitario la moción de censura --su número de diputados se lo permite-- y poner contra las cuerdas al PSE para que "se retrate", aunque saben que sin su apoyo no podrá prosperar.

El presidente de los conservadores vascos, Antonio Basagoiti, reconoció ayer que el partido "no descarta ninguna opción". Aunque dolido por la decisión socialista, aseguró "lealtad" al Gobierno de Patxi López y negó que su partido vaya a montar "ningún lío". Hoy se reúne la dirección popular y es posible que los dirigentes alaveses reclamen mayor contundencia. El jefe del partido en Alava, influyente diputado en el Congreso, Alfonso Alonso, ha sentenciado que "renunciar a Alava es incompatible con el cambio".