Mientras está en cuestión la posibilidad de que la izquierda aberzale se presente a las elecciones de mayo, Batasuna no tendrá problema para participar en las legislativas francesas del próximo junio. Así, y mientras se sabe ya que en el país vecino lo hará en una alianza con Eusko Alkartasuna (EA) y Abertzaleen Batasuna (AB), bajo la marca Euskal Herria Bai (Sí a Euskal Herria), no será hasta el sábado cuando se conozca bajo qué siglas optará a las municipales en España.

La coalición en Francia ha prosperado después de que una asamblea general de AB acordase el sábado apostar por la entente nacionalista, que, en principio, iba a contar con la participación del PNV. Sin embargo, el partido de Josu Jon Imaz anunció en enero que declinaba cualquier actuación conjunta y adujo la nueva situación tras el atentado de ETA en Barajas.

Batasuna no ha sido ilegalizada en Francia y no sufre, por tanto, ninguna restricción de sus derechos como organización. Su sede está abierta y sus miembros no son identificados como miembros de una organización terrorista. Aunque su peso político es muy reducido, mantiene cierto nivel de actividad en las distintas localidades del País Vasco francés y la alianza de los aberzales para concurrir a las urnas ha figurado como uno de sus tradicionales objetivos. Si se materializa el acuerdo, será la primera vez que las tres fuerzas concurren con una propuesta común, pero conscientes de las escasas posibilidades de obtener representación.

LA CLAVE, EL SABADO Mientras Batasuna despeja en Francia su panorama electoral, la incógnita se mantiene aún en España y todos los dirigentes de la fuerza ilegalizada se remiten al próximo sábado y al acto que se celebrará en el Bilbao Exhibition Centre (BEC), de Barakaldo, como la clave de la gran revelación. Especialistas en generar expectación sobre sus movimientos, los dirigentes de la izquierda aberzale llaman cada día a los suyos a participar en el acto. Pretenden convertirlo en prueba de su apuesta por volver a las instituciones de las que fueron desalojados tras la ilegalización.