Batasuna denunció ayer el "salto" dado por Francia al reclamar, "por primera vez", cadena perpetua para los miembros de ETA detenidos en ese país. Los portavoces de la fuerza ilegalizada denunciaron la "aceleración en el ámbito represivo" por parte de las autoridades francesas y españolas. Precisamente, las autoridades de París temen que ETA pueda atentar en su suelo después de las últimas detenciones de etarras tras la ruptura de la tregua.

El dirigente aberzale Joseba Alvarez criticó la posibilidad de que se condene a cadena perpetua a los presuntos etarras detenidos en la localidad francesa de Cahors. A estos, la justicia francesa les imputa delitos de secuestro, robo a mano armada en banda organizada en relación con una actividad terrorista, y fabricación de sustancias explosivas. Alvarez destacó que es "la primera vez" que se anuncia una petición de condena de esa envergadura, que equiparó con la "pena de muerte". Para Batasuna, se trata de un indicio de "por donde puede ir el Gobierno de Nicolas Sarkozy".

El portavoz aberzale incluyó en sus reproches al PSOE y al PNV, por apoyar las "recetas del pasado", en alusión a las operaciones policiales que culminan con la detención de presuntos miembros de ETA. Para Joseba Alvarez, esa estrategia no servirá para resolver el conflicto vasco, porque "en 30 años no ha traído ninguna solución".

INTERESES DE DEMORA Precisamente ayer, el juez Baltasar Garzón dictó auto de prisión contra Asier Mardones por estar integrado en el grupo dedicado a cobrar el impuesto revolucionario. etarra. El magistrado explica que ETA puso en marcha, a partir del 2000, diversos métodos para obtener financiación. El juez relata que la organización terrorista diseñó los "secuestros exprés", las aportaciones voluntarias y el impuesto revolucionario.

Los secuestros se caracterizaron por "la intensidad de la amenaza y la inmediatez en la recaudación del dinero, así como la amenaza en directo con las consecuencias del impago en el plazo marcado". Las aportaciones voluntarias eran realizadas por "pequeños empresarios más o menos vinculados al ámbito ideológico" y el impuesto se exigía a los empresarios. Estos últimos recibían varias cartas durante el periodo de extorsión que oscilaba entre los 24 y los 30 meses y se les imponía unos intereses de demora del 5% si no pagaban la cantidad inicial que los terroristas les reclamaba. Si no atendían esos requerimientos, se les informaba que se les consideraba "objetivos militares". La huella de Mardones ha sido hallada en 144 cartas de extorsión intervenidas en Francia en el 2003.