Las posibilidades de acuerdo entre Eusko Alkartasuna (EA) y Batasuna para compartir listas electorales a cambio de que Arnaldo Otegi pidiera por escrito a ETA su no injerencia en la política vasca se desvanecieron ayer de forma definitiva.

Rafael Larreina, apuntó que su partido (EA) no tenía el "grado de seguridad suficiente" en que Otegi condene "cualquier vulneración" de los derechos humanos; mientras el portavoz de Batasuna acusó a EA de iniciar un camino sin intención de recorrerlo porque ya tiene un acuerdo de "reparto de poder" con el PNV.

Los reproches mutuos no impidieron que los dos portavoces dejaran abierta la posibilidad de retomar "en el futuro" las conversaciones. Ambos aludieron a la "oportunidad perdida" en los 10 días transcurridos desde que, en un debate, EA planteara la oferta y Otegi la aceptara.

Por otro lado, la candidata del PP a la alcaldía de San Sebastián, María San Gil, presentó ayer a tres independientes que apoyan su lista: la portavoz del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Cristina Cuesta; el abogado José María Muguruza y el antropólogo Mikel Azurmendi.