Batasuna puso ayer sobre la mesa una propuesta "para solucionar el conflicto" basada en la creación de una autonomía dentro del marco constitucional español formada por Euskadi y Navarra, siempre que los ciudadanos de ambas comunidades lo acepten en referendo. Este planteamiento supone un cambio significativo respecto de las pretensiones históricas de la izquierda aberzale, ya que no incluye al País Vasco francés, y prevé que los navarros puedan vetar el proyecto en las urnas. El portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, aseguró que "sería lógico" que en caso de que haya referendo se tenga en cuenta lo que diga el Estado español para el encaje jurídico de la "nueva realidad política-institucional".

La denominada comisión negociadora de Batasuna, que ha mantenido todas las reuniones con otros partidos en los últimos meses, compareció ayer en un hotel donostiarra para presentar su nueva oferta. Tras el atentado de ETA en Barajas, Batasuna reiteró su apuesta por la continuidad del proceso de paz y reclamó al Gobierno central un margen de tiempo para abordar una "reflexión interna" y tomar decisiones. La propuesta es la conclusión de ese periodo.

Dos grandes temas Pese a que la iniciativa se presentó como novedad, recoge los dos grandes temas que ya centraban la agenda de los aberzales antes del atentado de Barajas: el futuro de Navarra y el derecho a decidir, aunque circunscrito al marco constitucional. Lo que ayer no se explicó es si la propuesta cuenta con el respaldo de ETA. Tampoco se hizo mención a los presos ni ninguna crítica a la violencia. Se dio por hecho que la aceptación de la iniciativa de Batasuna traería la paz. "Lo insensato sería rechazarla", sostuvo Otegi, quien acusó de mantener una "actitud poco constructiva" a los partidos que exigen el cese definitivo del terrorismo para dialogar con Batasuna.

El nuevo planteamiento prevé un acuerdo político entre las fuerzas vascas, que deberían participar "en igualdad de condiciones" para defender "cualquier proyecto político, incluida la independencia". La principal novedad consiste en aceptar como punto de partida la actual realidad política, con Navarra y Euskadi como comunidades autónomas diferenciadas. La izquierda aberzale ha reclamado la reunificación de Euskal Herria, por considerar que su "partición" entre los Estados francés y español y la existencia de la comunidad foral navarra son "imposiciones antidemocráticas".

Nunca antes se había escuchado a un líder de Batasuna aceptar la legitimidad del marco jurídico español, y menos reconocer que el futuro de Euskadi pasaría por una negociación con las autoridades españolas.

Honestidad Arnaldo Otegi aseguró que la presentación pública de ayer quería transmitir a la opinión pública de Euskadi "y del Estado español" las posiciones de Batasuna. Pero también quiso contentar a los suyos, al afirmar que no se renuncia a nada, y que el contenido de la iniciativa no supone una traición a sus postulados tradicionales.

En primer lugar, porque no se renuncia a la independencia; esa sería una reclamación que Batasuna seguiría haciendo ante los demás partidos, aunque admitiendo que el acuerdo común se base en una autonomía dentro del Estado español. Batasuna también negó que se abandone al País Vasco francés.

Otegi apuntó a que la materialización del nuevo marco político supondría "una etapa de transición", que debería permitir que en el futuro los ciudadanos de Euskal Herria decidan si desean un Estado independiente.

Batasuna planteó dos criterios para constituir una nueva autonomía, que integrara a Guipúzcoa, Alava, Vizcaya y Navarra. El primero sería basar la relación entre ambos territorios "en términos de respeto y suma de voluntades", y el segundo, la aprobación mayoritaria de la ciudadanía de ambas comunidades del nuevo marco autonómico. Pero no explica qué ocurriría si Navarra rechaza la iniciativa.

Otegi emplazó al resto de partidos a valorar esta propuesta, y en su caso, a presentar otras "que superen el conflicto". Para ello, reclamó una apertura "urgente" de conversaciones entre todos los partidos, en las que Batasuna defienda una alternativa "que hace posible la paz".