Esta vez no hay camuflaje. Son 15 personas perfectamente identificadas como integrantes de la izquierda aberzale las que ayer avalaron en Bilbao la nueva plataforma electoral Demokrazia Hiru Milioi (Democracia tres millones, D3M) que se propone comparecer en las autonómicas del próximo 1 de marzo como la opción independentista para el "verdadero cambio".

Su presentación pública ante los medios de comunicación en un hotel puso fin a las especulaciones sobre la alternativa que podrían elegir los herederos de Batasuna para concurrir a las elecciones y mantener su desafío a un Estado que, a través de la Fiscalía General, ya ha anunciado la intención de no permitir que el "entorno de ETA" vuelva a burlar la ley de partidos.

Miembros históricos de la cúpula de Herri Batasuna, como Julen Aginako o Itziar Aizpurua; la dirigente de Batasuna Idoia Ibero; la edil de ANV en Hondarribia, Miren Legorburu; el exalcalde de Euskal Herritarrok (EH) en Zizurkil (Guipúzcoa) Juan Manuel Erasun; o el cabeza de lista de ANV en Ondarroa (Vizcaya), Unai Urruzuno, patrocinan la nueva marca electoral.

Dos integrantes de candidaturas ya ilegalizadas en su día, como la sindicalista de LAB Itziar Lopategi y la periodista Amparo Lasheras, presentaron en euskera y castellano el documento que resume los objetivos de la agrupación. En esencia, son idénticos a los que reivindica la izquierda aberzale en los últimos años: un nuevo marco democrático para Euskal Herria y un proceso de diálogo.

PULLAS AL PNV La plataforma, como es también habitual, no renunció a formular una severa crítica al PNV. Le acusó de "supeditar" los intereses de Euskadi al Estado y dijo que el partido nacionalista tiene miedo al cambio, "pero no al de Ibarretxe por López", sino al que rompa su "camaleonismo político".

Lopategi y Lasheras rechazaron la decisión adoptada por Cándido Conde-Pumpido para que las fuerzas de seguridad investiguen a la nueva agrupación. Lopategi hablo de "esquizofrenia represiva" y Lasheras advirtió de que tienen "todo el derecho" a presentarse y que no entra en su cabeza que un "Gobierno democrático" lo prohíba. "Nos presentamos y pensamos estar", dijo.

RECOGIDA DE FIRMAS La nueva sigla D3M actuaría como una agrupación electoral que cubrirá el vacío dejado por las ilegalizadas ANV y EHAK, de modo que su primera tarea será reunir las firmas necesarias. Según la ley, deben ser el 1% de cada circunscripción, unas 18.000 firmas.

Lopategi pidió a la ciudadanía vasca que se movilice para acudir en los próximos días a los ayuntamientos y notarías a fin de dar su aval a D3M. Es el requisito previo para poder presentar las candidaturas. De momento, no facilitaron dato alguno sobre la composición de las listas.