Batasuna redobló ayer su desafío al Gobierno vasco y a los tribunales de justicia con el anuncio de nuevas movilizaciones para el martes, con motivo del primer aniversario del cierre de sus sedes por orden de la Audiencia Nacional.

Las últimas manifestaciones en el País Vasco y Navarra no han sido muy masivas, pero han evidenciado la falta de un criterio unificado entre los magistrados. Por eso, la formación ilegalizada ha decidido ahondar en esa estrategia desafiante y ha convocado ahora protestas frente a los locales clausurados en San Sebastián, Bilbao, Vitoria, Navarra y Bayona (sur de Francia).

Su objetivo es "demostrar que ha fracasado el intento de hacer desaparecer del mapa político a la izquierda aberzale", en palabras del parlamentario Joseba Alvarez. "La izquierda independentista sigue estando presente, no sólo en la calle, sino también, directa o indirectamente, en la política institucional de este país", añadió.

El lema de las concentraciones será el ya conocido de "No al apartheid político. Autodeterminación". Es el mismo que se utilizó en la marcha del pasado viernes en Bilbao, autorizada por el Gobierno vasco --lo que le ha acarreado críticas del PP y el PSOE-- y por el Tribunal Superior del País Vasco. Antes, hubo una en San Sebastián, prohibida primero por el Ejecutivo vasco y permitida luego por los jueces, en la que se gritaron vivas a ETA y se quemó una bandera española.

Frente a las últimas posiciones permisivas del alto tribunal vasco --que ha hecho prevalecer el derecho de manifestación del individuo, aunque se haya pertenecido a Batasuna--, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra es de otro parecer y prohibió una marcha convocada para ayer en Berriozar (Navarra). El organizador ha sido en todos los casos un particular y el riesgo de incidentes ha sido valorado de forma diferente por los jueces.