El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, reconoció ayer que el legislador no previó que un etarra pudiera vivir en un bloque de viviendas en el que residen víctimas de ETA, como va a ocurrir a partir del próximo 2 de agosto, cuando salga de la cárcel el dirigente del comando Madrid Iñaki de Juana Chaos. "Nos movemos en un terreno complicado", explicó el ministro en un desayuno organizado por Europa Press. Por ello, se comprometió a "apurar las técnicas" para evitar este tipo de situaciones que no conducen "a nada bueno", afirmó.

Bermejo recordó que De Juana había sido condenado por el anterior Código Penal, que no preveía la pena de alejamiento de las víctimas. Por ello, no se le puede aplicar esta sanción por los crímenes que perpetró cuando dirigió el comando Madrid. El delito de amenazas, por el que cumple condena de tres años, tampoco contempla esta posibilidad. El ministro defendió la excarcelación. "El Estado de derecho tiene sus servidumbres y ocurren cosas que no nos gustan, pero cuando se cumple una condena hay que salir de la cárcel", dijo.

Pese a las trabas legales, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) pedirá el jueves al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que el Gobierno apruebe un Real Decreto para que ni De Juana ni cualquier otro terrorista pueda vivir cerca de ninguna víctima de ETA.