José Luis Rodríguez Zapatero es un político "que no tiene columna vertebral". Quien ha dictado esto en sus memorias es lógico que en la presentación pública del libro afirme categórico que el presidente del Gobierno "nunca admitirá" que Cataluña y Euskadi se definan como nación en sus estatutos. Esta autodefinida "bicha" sin pelos en la lengua no es otro que Xabier Arzalluz, expresidente del PNV que ayer dio una clase magistral de Teoría del Estado e historia de la transición en la Universidad de Barcelona con motivo de la presentación de sus memorias Así fue, dictadas al editor de Foca Javier Ortiz.

Arzalluz, que durante 30 años ejerció de profesor universitario, se reencontró con la academia avalado por el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, y el historiador Antoni Segura para recomendar a los catalanes que "mantengan su unidad" en la "larga y difícil" negociación del Estatuto en Madrid. Porque advirtió que los políticos españoles --que con una mano "abren la puerta educadamente mientras en la otra sostienen el garrote"-- lo más normal "es que se lleven el gato al agua".

El político vasco ilustró sus augurios con un ejemplo histórico y una confidencia reciente de un general en la reserva. Según Arzalluz, "los catalanes no apuraron las posibilidades" de la transición "por una jugada de Tarradellas" --retratado sin piedad en el libro--, pero los vascos --que sí arrancaron un concierto económico que, como critica el autor, Jordi Pujol desdeñó-- no salieron mejor parados: el Estatuto de Gernika "está en un 40%" por desarrollar. "Todo lo que sacamos se quedó en una foto fija y Zapatero no ha movido ni un dedo", dijo Arzalluz.

La confidencia del militar español es más preocupante: "Me dijo que él interpretaba el artículo 8 de la Constitución como que la defensa de la unidad de España depende de ellos, al margen incluso del Rey". Arzalluz precisó que se trata del mismo general retirado "que estaba dispuesto a sacar los tanques a la calle contra Ibarretxe".

El Estado Mayor

Esta sutil interpretación concuerda con el episodio del libro que quiso resaltar Segura: el pasaje que explica cómo "el artículo 8 no fue redactado por los padres de la Constitución, sino que llegó en un sobre del Estado Mayor". Desde este supuesto, se entiende, recordó Carod, que Arzalluz pidiera un Ejército vasco.