UNIO MALLORQUINA HA SIDO UN PARTIDO CLAVE EN LA GOBERNABILIDAD DE BALEARES. SU CONDICION DE BISAGRA LE HA PERMITIDO ARTICULAR MAYORIAS TANTO CON LA DERECHA COMO CON LA IZQUIERDA. LA SOMBRA DE LA CORRUPCION HA PLANEADO EN SU GESTION

CENIZAS DE UCD

Unió Mallorquina nació en 1982 de las cenizas de UCD, que había sido el partido hegemónico en las islas. Ya en las primeras elecciones autonómicas a las que concurrió, en 1983, dio la medida de lo que sería su futura trayectoria al deshacer el empate entre el PSOE y Coalición Popular en favor de los conservadores, asegurándose así, entre otros cargos, la presidencia del Consell de Mallorca. La situación se repitió tras los comicios de 1987. En esa ocasión, el respaldo de UM a los populares le valió acceder a la presidencia del Parlamento balear.

PACTOS

Ocho años de mayoría absoluta conservadora privaron a UM de sacar provecho a su condición de bisagra, pero en 1999 los regionalistas se integraron en el pentapartito que dio la presidencia al socialista Francesc Antich. Cuatro años después se aliaron con el PP. Y en el 2007 volvieron a pactar con Antich. Esa trayectoria de pactos y contrapartidas ha tenido el reverso oscuro de la corrupción. Una quincena de figuras públicas de UM están imputadas en siete causas.