Hace exactamente un año, el ministro de Fomento (no de Economía), José Blanco, se descolgó con un anuncio veraniego: el Gobierno iba a subir los impuestos a los más ricos. Incluso llegó a apuntar que la medida afectaría a las rentas superiores a 50.000 euros. Pero luego, tras meses de debates y controversias, el Ejecutivo aprobó una subida del IVA que ha afectado a todos los ciudadanos sin distinción. Este precedente puede servir para explicar por qué ayer casi ningún partido se tomó muy en serio las declaraciones que el ministro hizo el pasado domingo, en las que se marcó como objetivo un aumento fiscal destinado a financiar las grandes inversiones en infraestructuras. Como tampoco fue tomada muy en serio su apelación para que CiU, PNV y Coalición Canaria tengan sentido de Estado y aprueben los presupuestos generales del Estado para el 2011, que deberían incluir la nueva vuelta de tuerca impositiva.

En la segunda entrega de una entrevista concedida a Europa Press difundida ayer, Blanco no entró en más detalles sobre la subida fiscal que propone, pero reconoció que buscará preferentemente el apoyo de los nacionalistas vascos y de los canarios, "sin descartar, por supuesto, el diálogo con otras fuerzas como CiU", aunque la coincidencia de la votación presupuestaria con la campaña de las elecciones autonómicas catalanas dificulta cualquier entendimiento con la coalición catalana.

"PATRIOTISMO DE HOJALATA" El número dos del PSOE recordó que los partidos nacionalistas han mostrado hasta ahora un mayor sentido de Estado en la tramitación de las medidas contra la crisis que el principal partido de la oposición, el PP que, según opina Blanco, está sumido en "un patriotismo de hojalata". El Gobierno confía en contar con los mismos apoyos obtenidos en los presupuestos del 2010, los del PNV y Coalición Canaria, porque los votos de ambos grupos obedecen a una lógica ajena al debate parlamentario.

El PNV dejó claro en el pasado debate sobre el estado de la nación que su posición estará vinculada a una profundización del autogobierno de Euskadi, y a Blanco le pareció bien ayer esa demanda "como punto de partida para establecer un diálogo".

Tanto los nacionalistas vascos como los catalanes reaccionaron con displicencia al anuncio de Blanco. De "globo sonda" que de llevarse a cabo puede causar "una recesión muy profunda" lo calificó el portavoz de Economía del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu, mientras fuentes de su partido confirmaban que, de cara a la votaciones de otoño, solo esperan que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el lendakari, Patxi López, muevan ficha. "Ya saben cuales son nuestras peticiones. Ahora les toca pronunciarse", subrayaron fuentes peneuvistas, informa Aitor Ubarretxena.

Y de "globo sonda" que es "una ofensa a todas las familias que están en paro" lo tachó el portavoz económico de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre. En la misma línea, el presidente

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