La bomba de ETA que ha causado esta madrugada desperfectos en el edificio de los juzgados de Tolosa (Guipúzcoa) estaba compuesta por cinco kilos de un explosivo aún por determinar, ha informado el departamento vasco de Interior. Según esta fuente, el artefacto se encontraba oculto dentro de una mochila que había sido depositada en el suelo, junto a la pared de la fachada del edificio judicial, situado en la calle San Juan, y ha estallado a las 1:15 horas.

Veinte minutos antes de la explosión, un hombre que dijo hablar en nombre de ETA había alertado a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Guipúzcoa de la colocación de la bomba. Inmediatamente se desplazaron al lugar numerosos recursos de la Ertzaintza que localizaron la mochila en el acceso de los juzgados y acordonaron la zona antes de la explosión, que causó un agujero de unos tres metros de diámetro en la fachada del edificio, así como la rotura de todos los cristales de las cinco plantas del inmueble.

El artefacto también ocasionó desperfectos en algunos edificios y construcciones próximas como el ambulatorio sin que se registraran víctimas, aunque alguna persona afectada por dolor de oídos fue remitida a un centro sanitario. Asimismo, 20 vehículos resultaron dañados por la explosión, que también derribó un muro de unos diez metros de largo situado junto al edificio de los juzgados.

Fuentes de la investigación, que en un primer momento señalaron que el artefacto estaba formado por diez kilos de explosivo, han explicado que la bomba fue colocada una hora antes de la explosión por dos individuos.

Desde primeras horas de esta mañana, agentes de la Ertzaintza y efectivos de los bomberos de Guipúzcoa evalúan en el lugar los daños causados por el atentado

La Policía vasca mantiene acordonadas varias calles cercanas al lugar de la explosión, mientras especialistas en desactivación de artefactos inspeccionan la zona.