El cabeza de lista del PSOE por Toledo, José Bono, advirtió ayer de que, si llega a la presidencia del Congreso de los Diputados, hará "cumplir la ley" e impedirá el uso de las lenguas cooficiales en los debates a menos que una reforma legal lo autorice. El exministro de Defensa descartó así seguir la política del aún presidente de la Cámara, Manuel Marín, quien, ante la falta de acuerdo para reformar el reglamento, solía aplicar con flexibilidad la normativa vigente, de modo que los diputados catalanes, vascos y gallegos pudieran usar sus respectivos idiomas al comienzo de las intervenciones.

"Nada me parece más obscenamente contrario a la Constitución y a la democracia que jurar cumplir la ley y que luego no se cumpla, y que no se haga lo posible para que otros la cumplan", dijo Bono en una conferencia-coloquio en el Club Siglo XXI en la que estuvieron presentes el nuncio del Vaticano y el cantante Raphael.

Respecto a las relaciones entre Gobierno e Iglesia, se mostró contrario a "alentar el anticlericalismo" y respaldó el "laicismo sano que reconoce el papa Benedicto XVI". Para él, la línea predominante en el PSOE es la de "no topar con la Iglesia", una actitud que, dijo, no responde al miedo, sino al respeto a "millones de católicos solidarios".