El ministro de Defensa, José Bono, invocó ayer ante los militares el poder de las urnas y la autoridad del Gobierno. Bono salió al paso del último pronunciamiento público contra la reforma del Estatuto de Cataluña y contra la situación política y social, que protagonizó en este caso un capitán de la Legión, y recordó que los militares están sometidos a la legalidad vigente y su obligación "no es defender la España de los Reyes Católicos", sino la actual. Y eso significa, dijo, "defender a los españoles de acuerdo con la Constitución".

En una alocución a las tropas del regimiento de artillería de Las Palmas, Bono dejó claro que "los militares están para mantener la paz y para, a las órdenes del Gobierno, defender la ley y el ordenamiento constitucional, y la integridad territorial de España, sin duda alguna".

El ministro, que recalcó que "todo lo demás es contrario a la Constitución, a los españoles y a España, y no cabe decir viva España y mueran los españoles", fue informado a primera hora de ayer de la protesta del capitán de la Legión Roberto González Calderón, y de la orden del jefe del Estado Mayor del Ejército, José Antonio García González, y el nuevo jefe de la Fuerza Terrestre, Pedro Pitarch, de proceder a arrestarle preventivamente.

En una carta al diario Melilla Hoy , el capitán González dice que hubiera querido llevar a sus soldados a Madrid para entregar en mano la misiva al ministro y mostrar al presidente el malestar del Ejército "al ver cómo se está desmembrando nuestra España".

El oficial, de 33 años y de Valladolid y jefe de una compañía de la Primera Bandera Comandante Franco del Tercio Gran Capitán de la Legión, manifiesta su rechazo al Estatut y dice que "España será siempre una única nación, nos gusta ser españoles y por supuesto seguir siéndolo". Contra lo dicho por el Gobierno a raíz del caso Mena , afirma: "Sí hay malestar" en el Ejército por el Estatut.