Comienza la investigación de la trama corrupta vinculada al PP en Madrid. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha citado como imputado al parlamentario de la Comunidad de Madrid Alfonso Bosch. El alto Tribunal también ha imputado a otras cuatro personas: el exviceconsejero de Inmigración Clemente Aguado, dos empresarios y un abogado.

El TSJM asumió la investigación del caso el pasado 31 de marzo, al declararse la sala competente para investigar la actuación de los parlamentarios regionales del PP --y, por lo tanto, aforados-- Alberto López Viejo, Benjamín Martín Vasco y Bosch, que es secretario de organización del PP y director-gerente de una empresa municipal de Boadilla del Monte (Madrid). Los jueces establecieron que los tres exaltos cargos podrían haber cometido cohecho y tráfico de influencias por recibir "importantes cantidades de dinero" a cambio de mediar en la adjudicación de contratos a empresas de la trama que dirigía Francisco Correa.

El tribunal ha examinado los 18.000 folios que reunió Baltasar Garzón y ha decidido comenzar a oír a los imputados. Los primeros en comparecer, el martes, son Bosch, el exviceconsejero de Inmigración Clemente Aguado (PP) y el abogado Santiago Lago. El jueves han sido emplazados el empresario Alfonso García Pozuelo-Asins y el presidente de la constructora Hispánica, Enrique Ruiz de la Fuente. Ese día también acudirá el jefe de la trama corrupta, Francisco Correa.

DESCONTENTO CONSERVADOR Mientras, la dirección del PP intenta centrarse en la crisis y eludir el tema, pero no siempre es posible. Ayer, al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se le pidió la opinión sobre unas conversaciones telefónicas grabadas a su homólogo en Valencia, el también popular Francisco Camps, en las que queda en evidencia su estrecha relación personal con uno de los empresarios enredados en la trama, Alvaro Pérez. "No es para estar contento y creo que lo que que tenemos que hacer es aclarar lo que hay, con independencia de quién sea el afectado", dijo Feijóo a la cadena SER.

El líder del PP, Mariano Rajoy, sí consiguió ayer esquivar el espinoso asunto en su visita a Castilla-La Mancha, aunque sigue respaldando a Camps. A la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, le pareció "penoso" el listón moral del jefe de la oposición.