"Un templado sin novedad". Así contestaba al Rey Sabino Fernández Campo en los momentos difíciles. Un gesto que el Monarca definió como de "buen militar". La Familia Real no quiso faltar ayer al homenaje que se tributó en Madrid a Sabino Fernández Campo, el que durante 17 años estuviera al servicio de la Casa del Rey. Alberto Aza, actual jefe de la Casa del Rey, fue el portador de una carta en la que el Rey agradecía "el consejo sabio y permanente, la vocación de servicio y la lealtad absoluta", con que el conde de Latores sirvió a la monarquía durante casi dos décadas.

En su cariñosa misiva, que el propio Sabino leyó, el Rey recordó "los procesos difíciles y momentos históricos" que ambos compartieron, en clara alusión a la transición política y al intento golpista del 23-F. Juan Carlos mostró su afecto personal y el de toda su familia a un emocionado Sabino Fernández Campo que, ante más de 500 invitados, aseguraba sentirse feliz de leer la carta del Monarca "solo para presumir".

El buen humor imperó a lo largo de todo el discurso. Fernández Campo se definió a sí mismo como "un asturiano cada vez más español y un español cada vez más asturiano y todo eso en feliz conjunción". El conde de Latores se atribuyó la potestad de ofrecer un consejo en una noche tan especial y apeló al ejemplo de la transición para que la clase política de hoy "fuera capaz de recordar y ponerse a resolver problemas trascendentales". Un lacónico "dejadme mantener esa esperanza" fue el deseo del conde de Latores.

Recuerdo a la guerra civil

En los discursos de anoche estuvo muy presente la vivencia de Sabino Fernández Campo como parte de uno de los bandos de la guerra civil española. El propio conde de Latores definió esa contienda como "la peor de las posibles" y se refirió a la necesidad de superar las diferencias y las divisiones dentro de nuestro país. Uno de los directivos de la Fundación Sagardoy, que promovió el homenaje, dio a Fernández Campo de una placa grabada para "testimoniar la gratitud por sus servicios a España y a los españoles".

Todas las sensibilidades estuvieron representadas. Desde el expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pasando por el exsecretario del PCE, Santiago Carrillo; el expresidente del PNV, Iñaki Anasagasti o el sindicalista Nicolás Redondo.