El fallecimiento del cabo Cristo Ancor Cabello Santana después de que su vehículo haya pisado un artefacto explosivo en las proximidades de Herat (Afganistán), eleva a 90 las víctimas mortales de la misión española en este país y eleva la cifra a 150 en todas las operaciones españolas de mantenimiento de la paz.

El último ataque mortal que había sufrido el contingente español en Afganistán se remonta al 9 de noviembre del año pasado, cuando un atentado suicida acabó con la vida de dos militares de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), Juan Andrés Suárez García y Rubén Alonso Ríos.

Las primeras víctimas de la misión española en este país fueron los 63 militares que perecieron en el accidente del Yak-42 el 26 de mayo del 2003 en Trebisonda (Turquía) cuando regresaban de finalizar su misión.

El siniestro del Cougar

Dos años después, el 16 de agosto del 2005, 17 militares que viajaban a bordo de un helicóptero Cougar murieron al estrellarse éste en Shindad (Afganistán) cuando realizaban un vuelo de reconocimiento junto a otro aparato del destacamento español.

Al margen de los accidentes aéreos, el primer fallecido en Afganistán fue el capitán médico del Ejército del Aire Jesús de la Pascua Belaustegui, que perdió la vida por un infarto el 24 de octubre del 2005. El primer militar víctima de un ataque de la insurgencia afgana fue el soldado peruano Jorge Arnaldo Hernández Seminario, alcanzado por la explosión de una mina anticarro al paso de su vehículo el 8 de julio del 2006.

Posteriormente, perdió la vida el 21 de febrero del 2007 la soldado Idoia Rodríguez Buján, también por la explosión de una mina contra carro colocada en una carretera del distrito de Shindad, limítrofe con la provincia de Farah, una de las más conflictivas de toda la zona oeste.

Atentados y accidentes

Tras la muerte de Rodríguez Buján, el sargento Juan Antonio Abril Sánchez perdió la vida el 26 de mayo del 2007 en un accidente con su vehículo de Alta Movilidad Táctica (Vamtac). El destacamento español sufrió otro atentado terrorista el 24 de septiembre del 2007, en el que murieron los soldados Germán Pérez Burgos y Stanley Mera Vera y su traductor, Roohulah Mosavi.

En el resto de misiones, las últimas bajas se produjeron el 19 de junio del 2008, cuando dos militares españoles y otros dos alemanes fallecieron en un accidente de helicóptero en Bosnia poco después de despegar del Cuartel General de la Fuerza de la Unión Europea, con sede en Sarajevo.

Cuatro días antes, el contingente español en el marco de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano sufrió la pérdida de uno de sus efectivos, el cabo legionario Yeison Ospina Vélez, fallecido en un accidente con su vehículo Blindado Medio de Ruedas (BMR).