La nueva ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo, se presentó ayer en sociedad con una declaración de intenciones. Por un lado, calificó de "excelente" la recién aprobada LOE, que sacó adelante su antecesora en el cargo, María Jesús San Segundo. La norma, en su opinión, "dará estabilidad" al sistema educativo. Cabrera también aseguró que la inminente reforma universitaria --el gran reto que afronta ahora su ministerio-- "no será traumática, sino todo lo contrario". Cuando la norma sea una realidad, la universidad española estará "a la altura de la europea", aseguró.

Lo primero que hizo Cabrera fue destacar el "honor" que supone formar parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Tanta solemnidad y público pendiente de sus palabras hicieron que los nervios la traicionaran, ya que llamó "viceministra" a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, presente en el acto junto a la titular de Sanidad, Elena Salgado, y el de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. "Estoy nerviosa", dijo tras el equívoco.

Vinculada a la universidad desde los años 70, Cabrera (Madrid, 1951) recordó que ella se crió en una tradición en la que la educación era sinónimo de "derechos, libertades y responsabilidades".

Tras alabar la LOE, la ministra subrayó que el sistema educativo "no es tan malo como aparece en la opinión pública", e insistió en que la ley "tendrá muchos más apoyos" una vez que se aplique en los centros escolares. Y bendijo otro de los proyectos que se está cocinando: la ley sobre la salud en el deporte.

Cabrera concluyó su discurso con otra declaración de intenciones: "Quiero contar con todos, con todo el ministerio y con toda la comunidad educativa".