Más de cien kilos de explosivos, una pistola, dos cargadores, munición, detonadores, un coche robado en el 2001... ETA está en tregua --la anunció unilateralmente el pasado 5 de septiembre-- pero sus comandos permanecen armados. Un alto el fuego no significa un desarme. Y que ETA, más allá de sus comunicados, mantiene su capacidad de matar lo demuestra el comando de legales --no fichados-- desarticulado ayer por la Guardia Civil en la localidad guipuzcoana de Villabona. Los tres detenidos habían recibido instrucciones, anteriores al anuncio de tregua, de reorganizar el complejo Donosti , y ETA ya advirtió en sus últimos mensajes públicos que no renunciaba a las "tareas defensivas" de rearme. Y lo ha demostrado.

Casi 200 agentes de los GAR (Grupos de Acción Rápida) de la Guardia Civil, dirigidos por los responsables antiterroristas de información, se ocuparon de las detenciones y realizaron minuciosos registros en las viviendas, lugares de trabajo y hasta una lonja alquilada.

La operación ha estado dirigida por el juez Ismael Moreno y arranca de la detención de Ibai Beobide, el pasado 13 de febrero, cuando circulaba en bicicleta armado por Guipúzcoa. Tras este arresto, Javier Atristain Gorosabel, alias Golfo , uno de los tres detenidos ayer, huyó a Francia.

REVELACIONES DE BEOBIDE La declaración de Beobide fue reveladora. Contó que en Guipúzcoa había una red de células que operaba a las órdenes de legales . Una especie de minicomandos con plena autonomía que él se había encargado de activar, dejando atrás la antigua estructura de un gran comando Donosti , para pasar a un complejo con unidades más pequeñas y operativas. Esas eran las instrucciones que le había dado Mikel Carrera Sarobe, Ata , obsesionado por la seguridad y por la vulnerabilidad de los comandos. Y era en esa constelación criminal donde se situaba el comando Imanol . Beobide explicó que ese era el grupo que estaba "mejor armado", y que contaba con material necesario para montar un coche bomba, que los etarras escondían en una lonja. Desde entonces, los servicios de información de la Guardia Civil intentaban localizar esa lonja. Y para hacerlo, los agentes necesitaban identificar al resto del comando que, junto a Atristain, formaban el grupo.

HUIDA A FRANCIA Tras huir a Francia en septiembre, consciente de que su nombre aparecería en la documentación de Beobide y su fotografía, en los carteles de los terroristas más buscados, se presentó voluntariamente el 6 de marzo en una comisaría del aeropuerto de Biarritz. Fue detenido y extraditado a España en abril. Pasó 15 días en prisión y el juez lo dejó en libertad. En su auto de libertad, el magistrado acusó a Atristain de formar parte del comando Imanol . Y a esos datos se aferraron los servicios de información de la Guardia Civil para aportar al magistrado las pruebas, explosivos y armas que no tuvo en su momento para poder retenerlo encarcelado.

Además de a Golfo , de 40 años, la Guardia Civil detuvo a los otros dos miembros del comando, los hermanos Juan Carlos y Jesús María Besance Zugasti, de 40 y 35 años.