El estado de California ha ejecutado a Clarence Ray Allen, un reo ciego, sordo y enfermo de 76 años, sentenciado en 1982 por ordenar el asesinato de tres testigos de cargo. El Tribunal Supremo rechazó ayer, sólo unas horas antes de la ejecución, la petición final de clemencia del condenado, en la que sus abogados argumentaban que estaba enfermo y era demasiado viejo para ser ejecutado.El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, rechazó concederle el indulto el pasado viernes bajo el argumento de que la cadena perpetua "no es el castigo adecuado para alguien que ordena asesinar testigos cuando está cumpliendo una condena de cárcel de por vida". El tribunal de apelaciones de San Francisco siguió los pasos de Schwarzenegger y decidió el domingo por la noche no frenar la ejecución.El preso más viejoAllen, el preso de más edad en el corredor de la muerte de la prisión de San Quintín, en la bahía de San Francisco, fue declarado muerto por las autoridades del penal a las 9.30 horas a consecuencia de una inyección letal, tal y como estipulan las leyes californianas.Sus abogados habían argumentado que en el caso de Allen, que precisamente el lunes cumplió 76 años, este castigo sería inusualmente cruel, algo que está prohibido por la Constitución de Estados Unidos."Nos hace caer más bajo que nunca", ha dicho Michael Satris, uno de los abogados del recluso, que hoy se convirtió en el 13º ejecutado desde que el estado de California restableció la pena capital, en 1978.Además de estar ciego, sordo y padecer diabetes, el ejecutado debía desplazarse en silla de ruedas y el año pasado sufrió un ataque al corazón.