El presidente de Valencia, Francisco Camps, dijo el pasado miércoles que después de que se hubiera reabierto la causa de los trajes (que le afecta a él y a algunos de sus colaboradores) "no descartaba nada", tampoco el adelanto electoral. Esa posibilidad desagrada a Mariano Rajoy, que prefiere no tener que asumir dos procesos electorales en otoño. La opción del adelanto disgusta especialmente a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, que no quiere que los comicios de Cataluña coincidan con los de Valencia por el caso Gürtel. Con este panorama y la certeza de que la dirección conservadora no apoya un cambio de fechas, Camps aseguró ayer ante la cúpula de su partido que sus comicios serán "cuando toquen", según fuentes populares. O sea, en mayo del 2011.

Antes de entrar a la reunión de ayer, el presidente de la Generalitat valenciana había asegurado ante los periodistas que el asunto del adelanto electoral en su tierra no era el tema que iba a analizar junto a sus compañeros. Pero, una vez dentro, Camps aprovechó su turno para abogar por que el líder del PP exigiera a Zapatero que convocase elecciones y aprovechó la ocasión para, de paso, aclarar que él esperará a mayo.