El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, expresó ayer su indignación ante la vinculación con la trama corrupta del PP que ha establecido la Fiscalía Anticorrupción en el marco de la operación Gürtel. Rodeado por todo su Gobierno y también con la presencia de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, Camps compareció a primera hora de la mañana en el Palau de la Generalitat Valenciana para calificar de "falsas" unas imputaciones que vinculó a "un proceso abierto contra todo un partido político".

Entre las voces que ayer salieron en defensa de Camps destaca la del líder del partido, Mariano Rajoy, que en Santiago de Compostela, donde se encuentra de campaña, manifestó que "es un político honrado y un dirigente ejemplar, que se halla en un estado de indefensión".

El presidente valenciano anunció que pensaba emprender todas las acciones judiciales que considere oportunas para defender su honor y el del partido, al tiempo que denunciaba "la falta de garantías procesales" porque, según dijo, "de la filtración se desprende una hipotética investigación a un persona aforada que podría anular todo el procedimiento, un error que tendría unas nefastas consecuencias judiciales" a la hora de esclarecer el caso.

Poco después, en la sesión de control, en las Cortes valencianas, a la que Camps acudió a pie, rodeado de todo su equipo, anunció la comparecencia de todos sus consellers para explicar y aclarar todas las adjudicaciones y contratos que ha realizado el Gobierno valenciano con las empresas investigadas.

A pesar de la declaración de transparencia, UGT denunció ayer que la televisión pública valenciana --Canal 9-- seguía omitiendo toda información sobre la trama de corrupción y la imputación de Camps, para dar voz solo al president . El sindicato denuncia que la televisión "nunca ha hecho referencia a Francisco Correa, las dimisiones de Madrid, los encarcelados o las relaciones entre las empresas investigadas y las instituciones valencianas".

ESCRITO DEL PP Mientras, en Talavera de la Reina (Madrid), la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, amenazaba con presentar una querella contra Garzón por prevaricación si el magistrado no se inhibe de forma inmediata del caso, como le pide la fiscalía. De Cospedal advirtió que, si no se inhibe en favor de los tribunales superiores de Madrid y Valencia, tal y como dictamina la ley, Garzón "tendrá enfrente no solo al Partido Popular, sino a toda la sociedad".

El PP presentó ayer un escrito en la Fiscalía General del Estado manifestando su "indignación" por las filtraciones del sumario, procedentes, a su entender, del propio ministerio público, y reclama que "se adopten con urgencia las medidas para que cesen las filtraciones".