El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, se aventuró ayer en el terreno de las frases rimbombantes en la sesión de control a su Gobierno, en las Cortes valencianas, a cuenta del caso Gürtel . "Nadie me debe nada y a nadie le debo nada, excepto a los valencianos", dijo Camps sobre su vinculación con la trama corrupta. El líder valenciano asiste estos días a la publicación de conversaciones telefónicas incluidas en el sumario que evidenciarían su relación con un implicado, Alvaro Pérez, alias el bigotes, presunto beneficiario de contratos de la Administración autonómica y suministrador de dádivas.

Camps se escudó ayer en el secreto del sumario y manifestó tener "unas ganas locas" de contar lo que sabe de la trama, investigada por el Tribunal Superior valenciano. A las preguntas de los diputados socialistas Angel Luna --que le tildó de "políticamente agonizante"-- y Carmen Ninet --"responda a las acusaciones y no siga enfundado en un traje a medida de vergonzante silencio", le espetó-- Camps replicó: "No hay nada de nada y no lo hubo nunca porque lo que se sabe solo es la parte subsidiaria de la parte sustancial". Camps, que insiste en que dará explicaciones ante el juez de su relación con el bigotes, fue criticado por la oposición al conocerse que su abogado ha pedido la nulidad de los actos judiciales.