Las fuerzas de seguridad de Marruecos han detenido a Saad Husaini, alias Mustafá y Nabil , supuesto dirigente del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) e implicado en los atentados de Casablanca del 2003, en los que murieron 45 personas, tres de ellas españoles, según informaron ayer fuentes policiales. A pesar de que el GICM está relacionado con el 11-M y algunas fuentes han señalado que Husaini puede ser uno de los ideólogos de los atentados en los trenes, la policía española aseguró que no está relacionado con la masacre de Madrid.

Husaini, de 38 años y doctor en química, estaba siendo buscado por las autoridades marroquíes desde el 2002. Fuentes de los servicios de seguridad de Marruecos señalaron que podría ser uno de los cerebros de este ataque. De hecho, la policía del país magrebí le considera uno de los tres jefes militares del GICM. Las fuerzas de seguridad creen que, antes de integrarse en este grupo, estudió en Barcelona y que empezó a radicalizarse en España. Además se sospecha que viajó a Afganistán a formarse en los campos de entrenamiento.

Fuentes diplomáticas señalaron que se enmarca dentro de la ofensiva que la policía marroquí está desarrollando en el último mes ante el temor a la infiltración de expertos en explosivos en el país. Las mismas fuentes señalaron que es previsible que haya más detenciones.