El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, ha advertido de que la fuga de siete narcotraficantes que esperaban ser juzgados no es la primera que se produce "ni será la última". La "enorme complejidad" que tienen muchos de los procesos que les son abiertos, en los que se investiga la comisión de muy diversos delitos, puede impedir que la instrucción judicial no se culmine dentro de los plazos establecidos legalmente.En declaraciones efectuadas en el Congreso, Cardenal ha apostado por estudiar medidas para hacer frente a estas situaciones, cuya consecuencia más grave es la excarcelación de procesados por delitos de narcotráfico, al haber cumplido los cuatro años máximos de prisión preventiva sin que se haya fijado juicio oral.En este sentido, se ha referido al caso de los cuatro acusados por la llamada operación Carro, que deberán quedar en libertad a principios del próximo mes de noviembre por este motivo.En su opinión, si al instruir esta causa se hubieran separado las conductas de narcotráfico de las relacionadas con blanqueo de capitales "quizá se hubiera podido simplificar un poco", ya que así habría dos o tres causas y no una sola de gran complejidad.Ha admitido que la separación en varios sumarios podía haber sido solicitada por el fiscal, pero también por el juez instructor, que tiene que conocer la instrucción "tan bien o mejor que el fiscal".