La edil del PSE en el Ayuntamiento de Vitoria Natalia Rojo y el portavoz del PNV en las Juntas Generales de Alava, Alvaro Iturritxa, han sido citados a declarar, en calidad de imputados, el miércoles en la Audiencia de Vitoria por manifestarse durante la jornada de reflexión. El PP les denunció por proferir gritos contra el Gobierno, pero ambos negaron ayer haber coreado consigna alguna durante la concentración en la que se exigió una información veraz sobre la masacre de Madrid.

Se trata de la primera citación a cargos públicos por las concentraciones que se sucedieron la víspera de la jornada electoral después de que la Fiscalía General del Estado ordenara remitir a los juzgados todas las denuncias promovidas por el PP contra estas manifestaciones.

Dirigentes del PNV y del PSE de Alava manifestaron confiar en que los casos que afectan tanto a estos dos imputados como los que pudieran abrirse, concluyan en archivo por carecer de fundamento. "Es la última rabieta jurídica del PP", dijo el presidente de la ejecutiva peneuvista Iñaki Gerenabarrena.

El secretario general del PSE en Alava y padre de la edil imputada, Javier Rojo, señaló que no pudo participar en la concentración del día 13, pero que, de haber podido, allí habría estado.

POR CONVICCION El responsable de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga (EA), advirtió de que no se puede perseguir penalmente la búsqueda de la verdad y anunció su autoinculpación porque sus "convicciones democráticas" le sitúan junto a quienes se concentraron el 13-M. "Me pongo a disposición de la fiscalía", dijo para agregar que "si oponerse pacíficamente a ser engañado es delito", él también lo ha cometido. Azkarraga cree que las "autoinculpaciones" se prodigarán los próximos días.