Era insostenible mantener tropas en un territorio al que no se reconoce su autoproclamada independencia como Estado. De esta manera fuentes diplomáticas argumentaron ayer el anuncio que realizó la ministra de Defensa en Kosovo sobre la retirada de los 630 militares españoles de la zona antes de que finalice el verano.

A pesar de que hace tan solo dos semanas el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, aseguró que España mantendría "una posición constructiva para garantizar la estabilidad y la seguridad" del territorio kosovar, ayer Chacón se desplazó hasta Kosovo para anunciar solemnemente ante las tropas españolas: "La misión está cumplida, es hora de volver a casa". La ministra agradeció a los soldados su "gran trabajo" y sostuvo que han "devuelto la esperanza" a la población local.

SORPRESA Y DUDAS Con todo, la reacción de los soldados españoles fue de sorpresa y dudas sobre la estabilidad futura de la zona. Un militar describió gráficamente la precariedad de la situación social y étnica en Kosovo al afirmar que "ni siquiera los intérpretes de origen albanés y los serbios se soportan", según informa Europa Press.

Y es que un año y un mes después de la proclamación de la independencia de Kosovo, reconocida por 54 países, entre ellos Estados Unidos y la mayoría de la Unión Europea (UE), pero no por España, la exprovincia serbia vive bajo serias amenazas políticas, sociales y económicas. En primer lugar, la división étnica, por la oposición de Serbia y la presencia de 100.000 serbios en Kosovo, en una población de dos millones. A ello hay que añadir que casi la mitad de la población está en paro, y es evidente el riesgo de un estallido social.

En cambio, el Gobierno de Kosovo aprovechó ayer el anuncio de la retirada de tropas españolas como una muestra de que el país está ganando estabilidad y por ello se puede reducir la presencia militar extranjera.

El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, admitió ayer en público su desacuerdo con la determinación del Gobierno español de retirar las tropas de Kosovo. "No estoy satisfecho, aunque sea una decisión legítima", aseguró el dirigente. "Tal decisión debe tomarse en el marco y en la estructura de la OTAN, una vez se den sobre el terreno las condiciones políticas y de seguridad", dijo De Hoop, antes de puntualizar que estas condiciones "aún no se dan".

"Si vamos a cambiar la estructura y el tamaño de la KFOR debe ser el resultado del debate dentro de la Alianza Atlántica", subrayó. Chacón telefoneó el miércoles por la noche a De Hoop para comunicarle que iba a anunciar la retirada de las tropas españolas de Kosovo, informa Marc Marginedas. "Aprecio el gesto de Chacón, a quien expliqué que no estaba satisfecho", manifestó el secretario general de la OTAN. A pesar de la retirada de tropas españolas, la KFOR "mantendrá su plena operatividad", concluyó.

El responsable de política internacional del PP, Jorge Moragas, reprochó al Gobierno que no haya acordado con la OTAN la retirada de las tropas. En declaraciones a Efe, Moragas ironizó al preguntarse si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, interpretará la decisión española "en clave de Alianza de Civilizaciones".

COMPARECENCIA La ministra de Defensa informó ayer a los grupos parlamentarios de la retirada de Kosovo y tiene previsto comparecer en el Congreso para explicar esta decisión.

Las tropas españolas en Kosovo se encuentran desplegadas en un área de unos 470 kilómetros en la comarca de Istok. Su misión se enmarca en la operación de la OTAN, autorizada por Naciones Unidas, de consolidación de la paz y la estabilidad en la zona. Una operación iniciada hace diez años y que cuenta con unos 16.000 efectivos. Los militares españoles participan en la reconstrucción de infraestructuras y también en la protección de refugiados serbios.