El independentista Josep Lluís Carod-Rovira dio ayer una nueva zancada en su recién iniciada carrera de político posibilista. Tras reunirse en la ciudad suiza de Lausana con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, el vicepresidente del Gobierno catalán afirmó que ha arrinconado indefinidamente su demanda de un comité olímpico para Cataluña. En lugar de eso, pidió a Rogge la bendición del COI para crear unos juegos europeos destinados a selecciones de naciones sin Estado. La primera edición se haría en Barcelona en el 2010.

La iniciativa fue recibida con "simpatía" por Rogge, según dijo Carod tras reunirse con él ante el presidente honorífico del COI, Juan Antonio Samaranch. El COI no tendrá ningún papel en esa cita deportiva, pero Carod quería asegurarse de que no toparía con su oposición.