La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Emilia Casas, se quejó ayer de la imagen politizada que proyecta el órgano que preside. "El Tribunal Constitucional no es un órgano politizado y lamento que se proyecte esta imagen. El responsable debería reflexionar", afirmó antes de comenzar su conferencia en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Ya como parte de su discurso, insistió: "El tribunal no tiene presiones de nadie". Casas analizó que, a pesar de ser un órgano jurisdiccional, sus decisiones "tienen mucha relevancia política" y son el resultado de "un enfrentamiento en el entendimiento de la Constitución". Sin embargo, quiso dejar claro que el TC "resuelve las contiendas por criterios de racionalidad jurídica, no políticos".

La presidenta calificó de "momento importante" la situación que se le presenta al tribunal, que afronta 11 recursos sobre textos autonómicos y uno sobre la reforma de la ley orgánica del TC.

Sobre los últimos incidentes de quema de fotos de los Reyes, la presidenta del TC expresó su "respeto" por el Rey y afirmó que la actuación de este ha sido "ejemplar en la defensa de la convivencia, la Constitución y la prosperidad de nuestro país".