Tras varios días de críticas al PP exclusivamente en clave asturiana, el expresidente del Gobierno Francisco Alvarez-Cascos dio ayer un paso más en su enfrentamiento con la dirección conservadora y lanzó un dardo envenenado contra su expartido en clave nacional. "Las victorias no se logran sentados en un sillón esperando que llegue el tsunami de votos, como dicen algunos expertos en Génova la sede central del PP", advirtió a Mariano Rajoy en declaraciones a Onda Cero, coincidiendo así con las voces internas y externas --del PSOE-- que acusan al líder de los populares de inacción e indolencia por limitarse a dejar que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sea víctima de sus propios errores.

BROWN Y CAMERON El que fue uno de los artífices de la victoria de José María Aznar ante Felipe González en 1996 comparó los buenos resultados de los sondeos con los partidos amistosos de fútbol previos a la temporada oficial. "Los resultados de la pretemporada no son representativos. El adversario se emplea a fondo cuando llega el partido", dijo, y citó el reciente caso de los conservadores británicos: "La diferencia entre David Cameron y Gordon Brown iba a ser enorme, pero fue ajustadísima".

La respuesta de la dirección del PP a la nueva acusación fue ayer la misma que en días anteriores: ninguna. No será fácil que Rajoy entre en el debate político, sobre todo porque está convencido de que no tiene nada que ganar y tampoco Cascos está arrastrando un nivel de adhesiones ni en Asturias ni en el resto de España que le pueda llegar a preocupar. Cada día hay algún exalto cargo que pide la baja por solidaridad, pero hasta ahora son de escasa relevancia.

Ayer, por ejemplo, fue el expresidente de la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN), Fernando González Landa, quien abandonó el PP, criticando que, con la decisión de descartar a Cascos como candidato a la presidencia de Asturias, "se ha hecho un daño irreparable" a la región. Además, señaló que, en su carta de renuncia al PP. explica a Rajoy que se siente "desilusionado", a la vez que destacó que se ha "despreciado" a los miles de afiliados que "han trabajado durante un año".

Solo desde Asturias se ha entrado al trapo y, en algunos casos, con cierta retranca. Así, el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, invitó ayer a la organización madrileña presidida por Esperanza Aguirre, la única que ha defendido al exministro, a quedarse con él. "Si tanta fe tienen en Cascos, que le pongan en sus próximas listas electorales o le den un cargo", aconsejó con ironía.

Mientras, el secretario general del PP de Asturias, Fernando Goñi, se encargó ayer de recordar que, "en el 2004, con Cascos fuera de la política, el PP obtuvo 3.000 votos más que en el año 2000 cuando sí fue cabeza de lista". Así, Goñi respondía a las declaraciones del exministro, que señaló ayer a Onda Cero que "cualquier cosa que ocurra a partir de ahora no puede empeorar las cosas" para el PP de Asturias, ya que, lo que asegura su derrota, es la actual dirección.

PACTO CON LOS SOCIALISTAS Sobre la insinuación que ha hecho Cascos de que hay un pacto entre el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, y los socialistas, aseguró: "No sé si calificarlo de ridículo o de cómico. El alcalde de Oviedo ha sido durante estos 20 años un ejemplo de la defensa del proyecto del PP y un constante crítico hacia el PSOE".

"Las hemerotecas están para demostrar que durante estos años, y especialmente en los últimos ocho, la labor política contra el PSOE es mucho mayor y más directa en el Ayuntamiento de Oviedo", agregó Goñi.