La ministra de Educación, Pilar del Castillo, eludió pagar más de 30.000 euros (unos cinco millones de pesetas) en impuestos al vender a su marido la mitad de Patrimonio Histórico e Inversiones, una sociedad de la que los dos eran accionistas, según publica esta semana Interviú.

La titular de Educación, afirma también el semanario, compatibilizó durante más de un año su cargo como ministra con la condición de accionista de la firma, creada el 7 de octubre de 1999, por ella y por su marido, Guillermo Gortázar, y con un capital social de 30.052 euros (5 millones de pesetas).

El 7 de abril del 2000, la empresa adquirió su primer inmueble: el Palacio de Chaves Calderón, en la localidad extremeña de Trujillo. En marzo del 2001, la pareja cambió el régimen jurídico de su matrimonio, de gananciales a separación de bienes, y cuatro meses después, el 12 de julio del 2001, Del Castillo vendió ante notario el 50% de Patrimonio Histórico e Inversiones a su marido. El precio de venta fue de 15.026 euros (2,5 millones de pesetas), valor nominal de las acciones, por lo que la ministra no declaró plusvalías.

Sin embargo, los activos con que contaba la empresa (esencialmente, el palacio de Trujillo) superaban los 865.000 euros (casi 144 millones de pesetas), mientras que las deudas a acreedores eran de 493.000 euros (82 millones de pesetas), de forma que el patrimonio neto superaba los 372.000 euros (61,8 millones de pesetas).

El patrimonio de la parte de la ministra superaba los 186.000 euros (casi 31 millones de pesetas), por lo que debería haber declarado unas plusvalías de más de 170.000 euros (28,2 millones de pesetas) y pagar un 18% de impuestos: más de 30.000 euros.