Los Gobiernos de Cataluña y Euskadi no se quedarán de brazos cruzados tras las palabras de Manuel Jiménez de Parga contra las comunidades históricas. Ambos anunciaron ayer que pretenden recusar al presidente del Constitucional por imparcialidad en los casos en los que presenten un pleito ante ese tribunal.

Jiménez de Parga pidió el martes que se suprima la distinción entre las comunidades históricas --Cataluña, Euskadi y Galicia-- y el resto.

CiU pidió su dimisión y lo enmarcó en una ofensiva política contra los nacionalistas, en la que incluyó declaraciones contra las "tribus" y los "guetos" que hizo José María Aznar refiriéndose a Euskadi.

También el Gobierno vasco tomará la decisión el martes. El Tribunal Constitucional ya rechazó hace dos semanas otra recusación que había presentado el Ejecutivo vasco contra Jiménez de Parga.