Policías antiterroristas detectaron a principios del 2004 la existencia del presunto grupo islamista desarticulado el miércoles en Cataluña. Fuentes de la investigación aseguraron a este diario que durante el dispositivo de seguridad del Fórum de Barcelona descubrieron --en febrero o marzo del 2004-- la presencia en Santa Coloma de Gramenet de los presuntos activistas marroquís Samir Tahtah --jefe del grupo-- y Mohamed Larbi ben Sellam, que reclutaban activistas para una célula durmiente vinculada a la red de Al Qaeda. El miércoles fueron detenidos ocho islamistas en Cataluña y otros tantos en el resto de España.

Los responsables de la lucha antiterrorista decidieron no actuar en aquellas fechas ante la falta de pruebas concluyentes, pese a que las personas citadas tenían contactos internacionales sospechosos. Los responsables de la operación policial decidieron vigilar a los supuestos terroristas, control que se extremó durante las celebración del Fórum, entre mayo y septiembre del pasado año.

Tahtah y Larbi, ambos de 38 años, compartían vivienda en unos bajos de la calle de Sant Francesc, número 20, del popular barrio de Santa Rosa, en Santa Coloma. En el último año, Tahtah se dedicó a reclutar terroristas suicidas para combatir en Irak, según el Ministerio del Interior español. Mientras, Larbi se habría incorporado al comando que perpetró el atentado del 11-M, que causó 192 muertos.

OTRA PIEZA DEL PUZLE Los responsables de la policía no podían esconder ayer su satisfacción por las dos detenciones, que calificaron de "muy importantes". El primer arresto, porque se trata de una célula preparada para actuar en España o en cualquier lugar cuando se lo ordenaran, y el segundo, porque "puede ayudar a terminar el rompecabezas del 11-M".

Las fuentes policiales aseguraron que Larbi colaboró en la planificación y en la ejecución de los atentados en Madrid. Esas fuentes precisaron que el magrebí residente en Santa Coloma estuvo en el piso de Leganés donde se suicidaron los siete terroristas islamistas para evitar ser detenidos. La policía cuenta con testimonios de personas que le vinculan directamente con la planificación de esos atentados.

MOVIL DE SEGURIDAD Según la policía, Larbi, que se hacía llamar Abú Zubair , ordenó a un activista del grupo, Mohamed El Idrissi, que comprase un móvil en un centro comercial de Madrid. Larbi entregó supuestamente ese teléfono al padre de otro presunto terrorista, Mohamed Afalah. El móvil se utilizó como sistema de seguridad de la banda terrorista, ya que no podía estar pinchado .

Afalah logró romper el cerco policial tras el 11-M y, vía Barcelona, viajó a Bélgica. Y desde allí, a Siria. Lo último que se sabe es que telefoneó a su padre con ese móvil para comunicarle que se iba a suicidar en un atentado terrorista en Irak. La policía española cree que la acción se consumó entre los días 12 y 19 de mayo de este año.

IDENTIFICACION Por otra parte, dos de los detenidos el miércoles en Valencia durante la operación contra la red de Al Zarqaui no están vinculados con el terrorismo islamista, según informaron a Efe fuentes de la Dirección General de la Policía.

Las mismas fuentes indicaron también que estas dos personas fueron arrestadas a efectos de identificación y que permanecen detenidas, ya que estaban en posesión de documentación sustraída y se está comprobando si tienen alguna causa pendiente por delincuencia común.