El juez Baltasar Garzón va superando con éxito los entrenamientos previos a su gran cita en el Tribunal Supremo, donde deberá declarar como imputado por prevaricación por investigar los crímenes de Franco. En los últimos 10 días, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le ha devuelto la sonrisa, al archivar tres expedientes abiertos.

La comisión disciplinaria del Poder Judicial archivó, por unanimidad, el expediente que le incoó en el 2007 por la denuncia presentada por el empecinado letrado Antonio Panea por los gastos de su viaje de estudios a Nueva York. Una denuncia que el CGPJ archivó en el 2008, pero que acabó en el Supremo porque, paralelamente, Panea presentó una querella en el alto tribunal. El juez Varela consideró que su colega no delinquió, pero mintió, al ocultar que ganó más de 200.000 euros por dirigir cursos.