El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decide hoy el futuro de Baltasar Garzón. El pleno de este organismo se reune en sesión extraordinaria para resolver si suspende al magistrado de la Audiencia Nacional después de que el juez Luciano Varela haya decretado que sea juzgado por investigar los crímenes de Franco. Paralelamente, la comisión permanente del CGPJ recibió ayer los documentos que reclamó a distintos organismos antes de pronunciarse sobre la petición de Garzón de un permiso especial para trabajar como asesor externo del fiscal del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, en La Haya.

El togado de la Audiencia trabajó ayer con normalidad en el despacho que ha ocupado en los últimos 23 años de su carrera judicial. Allí esperará esta mañana la decisión del CGPJ. En unos días recogerá sus cosas, bien para irse a su casa a la espera de sentarse en el banquillo en el Supremo este verano o bien para trasladarse a La Haya.

Su destino está en manos de 18 vocales: siete progresistas, ocho conservadores, uno elegido a propuesta del PNV y otro en nombre de CiU, más el presidente del CGPJ y del Supreno, Carlos Dívar, que tiene voto de calidad.

El pleno, que iniciará su sesión a las once de la mañana, fue forzado por los siete vocales del ala conservadora del CGPJ. En el debate no participan el vicepresidente Fernando Rosa ni los vocales Margarita Robles y José Manuel Gómez Benítez. Los dos primeros fueron recusados por Garzón y el tercero se ha apartado de la deliberación porque fue su letrado.

En principio, el equilibrio de fuerzas se inclina levemente a favor de Garzón.