El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, ha asegurado hoy que tras la huelga general, cualquiera que sea la respuesta ciudadana, el Gobierno hará a los sindicatos una "invitación inmediata" al diálogo, convencido de que hay "margen suficiente" para negociar y modernizar el mercado laboral.

En una entrevista en la Cadena Ser recogida por Efe, Chaves ha enumerado los posibles puntos de acuerdo, como la negociación colectiva, las políticas activas de empleo o el propio desarrollo de la reforma laboral, que incluye aspectos como el fondo de capitalización para los trabajadores, similar al modelo austríaco. "La ley necesita y exige un desarrollo; ahí podemos hablar", ha subrayado el vicepresidente antes de reconocer que entiende "perfectamente" a los sindicatos porque ha formado parte de ellos.

Tras admitir que la negociación no será fácil, ha insistido en que el Gobierno tiene muy claro que la reforma aprobada es "absolutamente necesaria" y no ha sido adoptada por "capricho o falta de sensibilidad". "Lo más socialista que puede hacer el Gobierno es sacar a este país de la crisis", ha añadido Chaves antes de apuntar que será el tiempo el que le dará o le quitará la razón, ya que, ha admitido, hasta dentro de uno año, o incluso de dos, no se verán los efectos de la reforma en el mercado laboral.

Según ha señalado, el Ejecutivo está "lógicamente" preocupado por la huelga y sus resultados, pero considera que no habrá que analizarla "en términos de fracaso" del Gobierno sino de "éxito o no de los sindicatos".

El objetivo del Ejecutivo mañana es que se ejercite el derecho constitucional a la huelga "con absoluta normalidad democrática" y garantizar también que quien quiera ir al trabajo pueda hacerlo. "Tomaremos nota de lo que ocurre", ha añadido en referencia a la inevitable existencia de piquetes informativos.

El vicepresidente ha elogiado el acuerdo de servicios mínimos alcanzado con los sindicatos y ha criticado la incapacidad de comunidades gobernadas por el PP para cerrar este tipo de pactos; "muchas veces desde el PP no entienden que es un derecho constitucional que hay que respetarlo, no atentar contra él".