El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, criticó ayer los "aspavientos" y el "ruido" sobre la financiación autonómica, en referencia a la intención del Gobierno catalán de incluir esa cuestión en el Estatuto. El dirigente andaluz pidió tranquilidad en un debate que, admitió, genera "rayos y truenos".

La aquiescencia de Chaves es clave para que el nuevo Estatuto catalán logre el beneplácito del PSOE, dado que el barón andaluz sería uno de los principales afectados ante un posible cambio de la financiación autonómica.

Chaves aprovechó ayer su participación en el Foro de la Nueva Economía de The Wall Street Journal en Madrid para desmarcarse de una "vuelta atrás" que genere dos niveles de autonomía y para rechazar la inclusión de la financiación en el nuevo Estatuto. "No es razonable, conceptualmente, que una comunidad pueda determinar en su Estatuto su relación financiera con el Estado", argumentó, ya que es algo que "afecta a la capacidad financiera del Estado y al resto de comunidades".

El presidente andaluz tendió una mano a Maragall al afirmar que "hay bases para un acuerdo en el que nadie se sienta marginado".