Los gobiernos de España y Venezuela han iniciado el deshielo de las relaciones diplomáticas con una reunión de media hora entre José Luis Rodríguez Zapatero y Hugo Chávez en Lima. Ambos dirigentes dan por superada la crisis abierta con el "¡Por qué no te callas!", aunque para ver la foto más esperada, la del encuentro entre el líder venezolano y el Rey, habrá que esperar hasta octubre, en la cumbre iberoamericana anual de El Salvador.

"Me alegro mucho del reencuentro con el presidente español. Aproveché para mandarle un saludo al Rey Juan Carlos. Somos viejos amigos. Lo que pasó en Chile, bueno, pasó y pasó, fue un episodio de una dinámica muy rica y muy apasionada", explicó el dirigente venezolano.

Lejos quedan las peroratas de noviembre, cuando el presidente venezolano, a punto de ser sometido a un referendo que finalmente perdió, intentó aprovechar el pronto del Monarca para distraer la atención de sus compatriotas. "Cuando vuele a Portugal pasaré rasando por la Zarzuela residencia de la familia real española, así bajitico. Espero que no me disparen", dijo.

El líder bolivariano ha acudido a la cumbre de Lima entre dirigentes de América Latina y la Unión Europea con una actitud muy diferente a la habitual. El --al igual que sus aliados Rafael Correa (Ecuador) y Evo Morales (Bolivia)-- ha preferido mantener un perfil bajo y ha privado al mundo de sus habituales shows dialécticos. Con una guerra abierta ya con EEUU, Chávez ha apostado por pasar desapercibido entre los líderes europeos.

Zapatero aprovechó la cumbre para reunirse también con otros dirigentes latinoamericanos, entre otros, Felipe Calderón (México) Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Alvaro Uribe (Colombia), Michelle Bachelet (Chile) y Fernando Lugo (Paraguay). Calderón y Zapatero anunciaron un proyecto para erradicar la malaria en Latinoamérica. El presidente español quiere promover que organismos multilaterales en materia de salud y la UE, con fondos, se incorporen a la iniciativa.