El titular de Exteriores israelí, Ehud Barak, ha anulado la visita oficial a España que tenía previsto realizar la semana próxima para estrechar la cooperación militar entre ambos países y abordar la situación en Oriente Próximo. La embajada israelí en Madrid ha comunicado que la cancelación se debe al "viaje imprevisto" de Barak a Washington para acompañar al primer ministro, Binyamin Netanyahu. Sin embargo, el cambio de planes coincide con el malestar generado en la Moncloa después de que Israel intercediera para retrasar el relevo español al frente de la misión de la ONU en el Líbano.

Siguiendo con su política de acercamiento a Israel, Moncloa no ha querido hacer ruido. Zapatero, sin embargo, aseguró el viernes que España se hará con el mando de la tropa internacional en el plazo prefijado. "Está confirmado y, si me permiten, reconfirmado", dijo desde Bruselas. En la misma dirección se expresó el titular de Exteriores italiano, Franco Frattini. "Hemos decidido no oponernos al deseo de España, a condición de que aumente su contingente", dijo durante el Consejo de Europa.

El diario Haaretz publicó el jueves que Netanyahu le había pedido por carta a su homólogo italiano, Silvio Berlusconi, que prolongara al menos seis meses el mando que ejerce su compatriota, el general Claudio Graziano, sobre la Fuerza Interina de la ONU para el Líbano (FINUL). Sus pretensiones afectan a los intereses de España, que aspira a hacerse con la comandancia de los 12.000 cascos azules desplegados al sur del río Litani --junto a la frontera de Israel-- a principios del 2010. La fecha es importante porque coincide con el inicio de la presidencia española de la UE, un escaparate para tratar de realzar la política exterior del Gobierno de Zapatero.

"PERIODO SENSIBLE" En su carta, Netanyahu explica que el Líbano atraviesa un "periodo sensible" y el relevo en la FINUL podría ocasionar desajustes en las tropas. Su argumento no ha gustado a la diplomacia española. "¿Qué significa un período sensible? ¿Cuándo no hay tensión en el Líbano?", declaró un diplomático español al Haaretz.

España tiene 1.100 soldados en el sur del Líbano y quiere enviar otros 250.