La Guardia Civil ha renovado la lista de los etarras más buscados para incluir a cinco activistas aberzales de Navarra que los investigadores consideran que podrían haber dado el salto a ETA y formar parte de algún comando, con el fin de solicitar la colaboración ciudadana para su arresto. Lo más destacado es que ninguno de los cinco navarros procede del entorno radical de la kale borroka, como viene siendo habitual, sino del ámbito político, lo que tras la detención el martes en Francia de Unai Fano, dirigente de Batasuna, demuestra que ETA se nutre cada vez más de los miembros del brazo político.

Entre ellos destaca Andoni Sarasola, hermano de uno de los miembros del comando que atentó contra la T-4. Exconcejal en Lesaka, fue el número uno de la candidatura Lesako Aberzale Sozialistak. Junto a él figuran Mikel Jiménez y Ernesto Prat, ambos de ANV; Aritz Azcona, que formó parte de la candidatura de la izquierda aberzale en Pamplona, e Ibai Mateo, activista universitario.

La fiscalía parisina interpuso ayer una "denuncia oficial" contra Fano y su compañera María Lizarraga para que sean juzgados en España por los delitos cometidos en territorio francés.