Los asesores de José Luis Rodríguez Zapatero, los responsables de comunicación y sus hombres de confianza en la Moncloa no tuvieron ninguna duda: Zapatero tendría, con todas sus propuestas --mejor o peor recibidas por las autonomías o por el conjunto del arco parlamentario--, el respaldo ciudadano frente a Mariano Rajoy. Y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) avaló ayer esos presagios.

Al margen de que ese es su trabajo, el de ofrecer con celeridad a los periodistas su visión de la jugada, siempre con un matiz favorable hacia el presidente, la experiencia de años anteriores no se podía ignorar. Rajoy perdió el debate del estado de la nación, como lo hizo en las tres ocasiones anteriores frente a Rodríguez Zapatero. El CIS lo constató, en base a las 1.520 entrevistas realizadas el jueves: el 37,6% de los españoles vieron vencedor a Zapatero, frente al 14,4%, que dieron como ganador a Rajoy.

CONDICIONES DESFAVORABLES ¿Sorpresa o una victoria anunciada? El debate en el Congreso de los Diputados del martes y el miércoles pasados, adelantado por el Gobierno para que se desarrollara antes de las elecciones europeas del 7 de junio, llegó en unas condiciones muy poco favorables para el Ejecutivo. La crisis económica está en su fase más álgida, con la previsión de que toque fondo en muy poco tiempo. Dos semanas antes, Zapatero había sufrido la primera pérdida de una votación en el Congreso. Y frente a él se presentaba Rajoy, que ha salvado desde las elecciones de marzo del 2008 todo tipo de obstáculos internos en el PP, logrando incluso dos importantes victorias electorales: en Galicia y en gran medida en Euskadi, tras el pacto del PP vasco con el PSE. Todo apuntaba a que el líder conservador tenía esta vez una oportunidad.

Pero el CIS arroja datos que dejan en evidencia la posibilidad de que Rajoy acabe convenciendo a la sociedad española de que tiene una alternativa sólida ante Zapatero. Mientras el 70,7% de los encuestados consideran que el presidente del Gobierno tiene capacidad para comunicarse con los ciudadanos, solo el 42,4% ve esa cualidad en Rajoy. También aporta un porcentaje muy valioso para Zapatero: el 73,5% destaca su moderación, frente al 39,7% que se le atribuye al presidente del PP. Rajoy debería aprovechar que el 51,6% valora su capacidad de ser realista ante los problemas de la sociedad, frente al 38,4% de Zapatero.

Sin embargo, en los estudios de comportamiento electoral en España hay una constante: la ubicación en el eje izquierda-derecha. El CIS lo ha vuelto a preguntar. Si se toma la posición 1 como extrema izquierda y el 10 como extrema derecha, el 22,5% se ubica entre las posiciones 3-4, y el 45,9%, entre el 5-6. El grueso de los españoles continúan viéndose como de centro-izquierda, y eso lo saben Zapatero y sus asesores. También los colaboradores de Rajoy, aunque, por los datos del CIS, no hayan sabido ganar un debate que se antojaba idóneo para cambiar la situación. Dada esa predilección por el centro y la moderación, el 23,2% de los españoles creen que Rajoy puede impulsar una oposición constructiva.